Muchos inventores quieren proteger sus creaciones para tener el derecho exclusivo de uso y la explotación económica de su invención. De igual forma, tener el privilegio de su explotación comercial. Pues bien, es a través de los modelos de utilidad se puede lograr esta garantía para el inventor.
¿Qué son los modelos de utilidad?
Los modelos de utilidad son títulos de propiedad industrial que, al igual que las patentes, protegen invenciones, pero cuyo valor, en cuanto al rango inventivo o de innovación, es menor. Por lo general, los modelos de utilidad se aplican a invenciones de menor complejidad técnica, es por esto que se conocen como “pequeñas patentes”, “innovaciones de utilidad” o “patentes a corto plazo”.
Se considerarán como modelos de utilidad los instrumentos, aparatos, herramientas, dispositivos y objetos o partes de los mismos, en los que la forma sea reivindicable, tanto en su aspecto externo como en su funcionamiento, y siempre que esta produzca una utilidad.
Los modelos de utilidad o invenciones de carácter industrial de menor rango que las patentes, consiste en mejoras, modificaciones o diseños de nuevas estructuras de objetos con alguna aplicación o ventaja práctica.
La Ley de patentes define al modelo de utilidad como pequeña invención, y su titular obtiene protección sobre ella a través del llamado certificado de protección de modelo de utilidad.
El modelo de utilidad otorga a su titular derecho exclusivo de uso y explotación económica de la invención. El titular podrá vender el modelo de utilidad o ceder su explotación a terceros. Pero quedará totalmente prohibida su fabricación o explotación comercial sin el consentimiento del titular
Por tanto, las principales diferencias entre patente y modelo de utilidad son la complejidad de la invención, el grado de novedad y actividad inventiva, y el tipo de invenciones que protegen (objetos vs objetos y procedimientos).
Requisitos para patentar un modelo de utilidad.
Para que un modelo de utilidad sea patentable debe cumplir una serie de requisitos:
- Al contrario de lo que ocurre con las patentes, un modelo de utilidad ha de consistir en un objeto, nunca en un procedimiento.
- Del mismo modo que en un modelo industrial, la protección recae sobre el diseño del objeto, pero haciendo mayor hincapié en que dicho diseño se traduzca en una aplicación o ventaja práctica.
- También ha de cumplir con los requisitos de novedad y actividad inventiva, aunque en menor grado que en el caso de las patentes.
- Los modelos de utilidad protegen a invenciones menores, generalmente mejoras o modificaciones de aparatos ya existentes, que producen alguna ventaja práctica. Es exclusivo de objetos y no protege procedimientos industriales.
- Normalmente se trata de invenciones mecánicas, en las que prima el concepto de utilidad y novedad. Son, en definitiva, invenciones de menor rango que una patente y suelen ser solicitadas por inventores particulares o pequeñas empresas.
- En cambio, la patente consiste en una invención más compleja tanto de objetos como de procedimientos. Para la concesión de una patente se requiere que cumpla los requisitos de novedad, aplicabilidad industrial y, sobre todo, actividad inventiva.
¿Cómo se protegen los modelos de utilidad?
El modelo de utilidad otorga a su titular derecho exclusivo de uso y explotación económica de la invención. El titular podrá vender el modelo de utilidad o ceder su explotación a terceros. Pero quedará totalmente prohibida su fabricación o explotación comercial sin el consentimiento del titular
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